viernes, 27 de mayo de 2011

A Charadai en cochemotor

A Charadai en cochemotor

Por Ines Paula Berry


Para llegar a la localidad, quien escribe esta nota, se trasladó en el coche motor “Chaco 1” de los servicios ferroviarios del Chaco -SEFECHA, partiendo desde la estación de Cacuí para arribar a Charadai luego de aproximadamente 5 horas de viaje.
Desde las ventanillas pude apreciar las distintas características de la franja Este de la llanura chaqueña y así, se sucedían en forma vertiginosa las cañadas, esteros, zonas de palmeras, montes y algunos ríos que dejaban atrás a medida que el convoy iba atravesando alcantarillas y viejos puentes de hierro con barandas desarrollados para sostener el peso de los largos cargueros que por allí han circulado.
Fue ésta una particular experiencia de compartir con pasajeros del cochemotor un viaje de casi cien kilómetros del recorrido hasta Charadai, que en lengua toba significa “Aguas Claras”. De pronto, cualquier paraje era aprovechado para que el tren detuviera su marcha en función del descenso de quienes viven en estos lugares, muchas son familias de puesteros o peones de los campos lindantes con las vías; ellos retornaban de Resistencia, luego de haber adquirido mercaderías varias como alimentos, equipos de labranza o electrodomésticos o de simplemente efectuar trámites.
A la mayoría de la gente se la notaba atenta por la proximidad de la siguiente estación, muchas de ellas denominadas con lenguaje ferroviario como la del KM 519, otras recordando vocablos originarios como COTELAI. Es que este medio de transporte no solo evita el aislamiento en días de lluvia, sino facilita y hace más llevadera la vida de los pobladores de la zona por donde circula el servicio, permitiendo el arribo de maestros, envío de medicamentos, traslado de personas llevando bultos, líos, cajas y avíos.
Al promediar la tarde, el tren hizo su arribo a Charadai, donde Sefecha tiene uso de andén y utiliza el mismo para su servicio público.
En la estación nos esperaba Néstor Luis Gómez y Carlos Alberto Nigra quienes hicieron posible la estadía en el lugar, facilitando referencias muy valiosas a través de sus relatos como hijos de ferroviarios.


Entre vivencias y saberes

Una especial situación emotiva experimenté mientras caminaba por el andén de la estación al recordar aquellos años cuando, el entonces ferrocarril Belgrano, nos traía desde la estación de Retiro en épocas de vacaciones escolares significando el reencuentro con la familia y el momento cuando, viajeros y equipajes, llegaban al tan ansiado destino de los afectos.
Una vez allí don Gómez explicó: los nacidos aquí somos “Charadenses” si bien nos gusta llamarnos “Charadaiceros”, es que el gentilicio de Charadai no está del todo definido, hay otras acepciones y expresiones para referirse a los lugareños.  Y continuó diciendo: “mi padre me subía a las máquinas para jugar allá arriba, me parecían tan grandes que desde lo alto podía observar las vías que llegaban hasta el taller, sector donde sometían las locomotoras a complejas operaciones efectuadas por capacitados operarios”
Ambos prosiguieron el relato haciendo mención de que en el pueblo existía una escuela de capacitación para aspirantes a ingresar al ferrocarril, cuyas prácticas se hacían en aquellos talleres donde había tornos para fabricar las propias piezas lo cual explica el movimiento laboral de esos tiempos.
Charadai se trazó poco después de habilitada la estación por la entonces Compañía Francesa de Ferrocarriles de la Provincia de Santa Fe –F.C. Santa Fe-, un 28 de septiembre de 1905, fecha considerada como día fundacional. Así, el desarrollo del ejido urbano se orientó hacia el Este del complejo ferroviario; es decir, la vía discurre paralela a lo que  resultó ser la calle principal del pueblo sin interferir en sus actividades cotidianas.
De manera que este enclave territoriano no solo fue un gran taller en épocas de cuando era el F.C. Santa Fe; luego de la nacionalización, ya como ferrocarril General Belgrano y en años sucesivos, la actividad mecánica-industrial ferroviaria fue potenciada habida cuenta de la incorporación de la tracción diesel. Así mismo, las máquinas a vapor no fueron desplazadas en lo inmediato y continuaron prestando un eficaz servicio.
Tanto Don Nigra como Don Gómez siguen viviendo en su pueblo, donde los habitantes persisten en escuchar el resoplido de las antiguas locomotoras a vapor y el traqueteo de los vagones tan característico que, con sus cargas, partían hacia lejanos destinos, al tiempo que recuerdan el paso del último tren hacia Buenos Aires cuando se desafectó la línea un triste viernes 15 de mayo de 1992.
Realizar este viaje en un día de cielo muy azul, fue el marco propicio para reunir testimonios de personas que nacieron y se criaron es este solar tan querido por ellos, sin la menor señal de abandonarlo, razón de más para decir que mantienen vivas sus raíces.




La estación de Charadai

El edificio aún conserva su estructura original, tanto en la fachada como en el interior, es de una sólida construcción en mampostería y tiene ocho dependencias seguidas paralelas a las vías. El techo, en toda su estructura, es de chapas acanaladas y las cresterías de madera aún se mantienen en óptimas condiciones a pesar del tiempo. El alero está soportado por ménsulas fijadas a la pared del frente interno y se apoyan en nueve columnas de caño de fundición. Algunas de ellas ofician de conductos pluviales derivando el agua hacia las vías.
Las aberturas, en general, se encuentran en perfectas condiciones; son ocho puertas de madera, todas de igual diseño y operativas a la actividad allí desarrollada. Tal vez hayan sido oficinas de Auxiliares, Sala de espera, Boleterías, sector de faroles y Encomiendas. Las dos últimas puertas pertenecían a la vivienda del Jefe de estación si bien no se conserva la cartelera indicadora de cada una de las dependencias.
La estación, mantenida y pintada con los colores institucionales de azul, celeste y gris, nos señalan que hemos ingresado en otra base operativa de Sefecha. En cuanto a las dimensiones del edificio, éstas indican acerca del gran movimiento de trenes, tanto de pasajeros como de carga, además de un constante despliegue propiamente ferroviario. Ocho vías secundarias, desvíos hacia importantes galpones, bretes, balanzas, sección alistamiento, infraestructura hidráulica y salida del ramal a Villa Ángela hicieron de estación Charadai, lugar de concentración de cargas múltiples desde y hacia los puertos, además de un intenso transporte de madera y ganado.
Este constante desplazamiento se debió, casi con exclusividad, a La Forestal Ltd. siendo esta empresa el más importante cliente del F.C. Santa Fe cuando logró monopolizar el negocio forestal-taninero y en menor escala, la actividad ganadera cuyos vacunos se producían en la estancia “La Aurora”, ubicada en las proximidades de Basail.


El Museo de la Memoria Ferroviaria

Para acceder al museo que alberga la estación Charadai, se ingresa por una antigua tranquera de madera con refuerzos en hierro a dos hojas que permanecen abiertas y, a través de las cuales, se atraviesa lo que fuera la playa de estacionamiento de carros y vehículos. Una vez en su interior, se observan diversos objetos y entre su valiosa colección se exhiben piezas originales como faroles, lámparas de oficinas, manipuladores de transmisión Morse, perforadores de boletos, fechadores de pasajes, una máquina de escribir de la década del cuarenta y abundante material fotográfico de colecciones particulares donadas, que registró la vida social del pueblo, aportados por ex empleados y descendientes de ferroviarios. Pero una particular y destacable pieza es el reloj de pared original francés “Jean Paul Garnier”, posible de encontrar en otras estaciones, por cuanto el ferrocarril dotaba a éstas con relojería de esa afamada casa.
En una habitación contigua, el profesor Edgardo Rubén Berta construyó una maqueta sobre planchas de telgopor de dimensiones considerables en la que consta el pueblo más el cuadro de la estación en su totalidad junto a las instalaciones y viviendas. No es una maqueta en escala, pero fue diagramada con gran sentido pedagógico donde el tendido de las vías fue recreado a partir de sus recuerdos.
Tomando como referencia observaciones efectuadas en anteriores visitas a Charadai, el profesor Mario Angueira de la ARAR (Asociación Rosarina de Amigos del Riel) desarrolló el plano que se adjunta a modo ilustrativo.
La nota simpática del Museo la presentan dos maniquíes ambos ataviados con el uniforme establecido por la ley general y reglamento de ferrocarriles. Uno con traje de Inspector color azul oscuro, vivos dorados más el sobretodo, personal que solía subir en una estación y descender en otra de la misma importancia. Cuando permanecía a bordo se constituía en el jefe del tren controlando todos los pasajes mientras era acompañado del popular Guarda. Este vestía en tonos diferenciados de gris, camisa blanca, corbata, zapatos y gorra con visera negra mientras que los Guardas de los trenes cargueros lucían saco o chaqueta de color beige.
Todo el personal cualquiera fuese su función, ostentaba un botón-broche junto a al placa identificatoria de bronce destacando el cargo. El citado código disponía además que los jefes debían estar provistos de un reloj con la hora oficial de los itinerarios de los trenes y de útiles como linternas con señales rojas y verdes, banderillas del mismo color y un botiquín para la atención de los primeros auxilios.
De acuerdo con las disposiciones vigentes, los trenes tenían un recorrido y paradas establecidas, si bien podían hacer otras, denominadas “paradas facultativas”, en el caso de Charadai, esta era considerada una “parada oficial”.
En lo que fuera el patio de la casa del Jefe de Estación se exponen Palancas de Señales WB and SS Co LTD con un dispositivo para cada vía; así por ejemplo en la Palanca 5 figura la inscripción SALIDA de VIA 1ª para SANTA FE o la palanca 6 cuya leyenda dice ENTRADA a VIA 1ª lado RESISTENCIA. Todos los movimientos del instrumental eran accionados con precisión por personal que realizaba el cambio a las respectivas vías secundarias.
Otra referencia importante es que frente a la estación Charadai estaban las formaciones de trenes de carga pero se dejaban libres 4 vías para trenes de pasajeros de acuerdo al siguiente esquema: 1ª Vía Buenos Aires Resistencia / 2ª Vía Villa Ángela Resistencia / 3ª Vía Villa Berthet Charadai / 4ª Vía Alternativa.
Al momento de ser visitada, la estación tiene otros usos dados por los nuevos ocupantes habidos luego del cierre del ramal. Allí funciona un Centro de Jubilados, algunos sectores son utilizados por Sefecha, otros por la Municipalidad y, el lateral norte, lo que fuera vivienda, está ocupada por quien nació y se crió en él: el hijo del Jefe de la antigua estación: el Profesor Edgardo Rubén Berta. Pero claro, ya no vive allí si bien fue el generador de la iniciativa para instalar un Museo en el inmueble histórico que goza de amparo a través de la puesta en vigencia de la Ley 6290/08 que ha declarado Patrimonio Cultural de la Provincia a todas las Estaciones del Ferrocarril ubicadas en las distintas localidades del territorio chaqueño.
Al Museo de la Memoria se le impuso el nombre de “Carlos Calisto Berta”, es así que su hijo en una abreve síntesis biográfica nos relató que Don Carlos había nacido en la localidad santafesina de “Emilia”, donde ingresó como ayudante en aquella estación a la edad de 17 años para ser luego trasladado a Charadai donde desempeñó toda su carrera ferroviaria.
Y agrega: “el Museo tiene muchos otros objetos que debieran ser expuestos, para ello sería conveniente poder anexar una dependencia más para la mejor presentación de las colecciones. Está abierto al público los martes, jueves y sábados por la tarde siendo atendido por su Administrador que cuenta con la colaboración de vecinos y del Intendente, quien dispuso que Natalia Ibarra y Adriana Segovia presten servicio como Auxiliares para la atención de visitantes”.
Este emblemático edificio y las vías que se extienden como caminos de acero, han marcado un tiempo que de hecho, son parte de la rica historia de tuvo Charadai. Una historia ferroviaria que diría mucho de la historia de esa parte de la provincia.








Fuente: Ines Berry

sábado, 21 de mayo de 2011

Cortometrajes


                                                             El paso del tren



                                                        Sangre ferroviaria
          

parte 1

parte 2


Micharadai.blogspot.com felicita a los alumnos y profesores de la ENS 50 por el tremendo resultado conseguido.